Según la moderna y polémica teoría de las supercuerdas de la física teórica, la realidad del mundo tiene una decena de dimensiones y nosotros vivimos en un (con perdón) submundo de solo cuatro.
La intuición que tenemos del mundo consta de cuatro dimensiones, tres espaciales y una temporal. En efecto, nuestro cerebro percibe, a través de nuestro sensorium, volúmenes de tres dimensiones que evolucionan en el tiempo. Podemos imaginar mundos de menos dimensiones, pero es imposible recrear en nuestro cerebro mundos de más.
Nuestra gran hipótesis sobre la naturaleza del tiempo es que es uniforme, ya que en cualquier otro caso nunca sabríamos si el cambio que observamos se debe a los fenómenos mismos de la realidad o al tiempo con el cual observamos y medimos tales fenómenos.
El tiempo se ralentiza. ¿Y ahora? ¿Y luego? Pues el tiempo se irá frenando cada vez más hasta detenerse del todo. El tiempo morirá y desaparecerá y el mundo quedará congelado en una última instantánea.
¿Por qué no? Después de todo el tiempo arrancó con el big bang. Si pudo aparecer, bien puede desaparecer.

Reflexión.
El tiempo es limitado, parcial y solo existe en la dimensión física. El tiempo es para los mortales, pues si la muerte no existiera, nadie usaría reloj y nunca llegaríamos tarde o temprano.
Las manijas del reloj solo nos recuerda nuestra inevitable mortalidad.
La pregunta es ¿Qué vas hacer con el tuyo?
Fragmentos extraídos de metode.es y reflexión de un servidor.