La magia está en los pequeños detalles.

Los pequeños detalles significan más que las acciones grandilocuentes que no se hacen desde el corazón. Son los pequeños gestos que elevan el ánimo.

No hacen falta regalos ni que demuestren actos heroicos. Lo que se necesita de verdad es una reciprocidad donde las miradas sean sinceras. Es ahí donde el cariño se percibe y se demuestra. Por ejemplo, un “¿cómo has pasado el día?” o “me haces feliz” son detalles que se agradecen y enriquecen más que cualquier otro regalo material

 A veces, uno se rodea de personas que le miran pero no le ven. Es decir, estás cerca de amigos o familiares que te oyen, pero no escuchan.

Sin embargo, de pronto, hay alguien que te lee como un libro abierto y que, a través de pequeños detalles, demuestra su sincero interés.

Una sonrisa, una mirada sincera, una caricia, una carcajada, una sorpresa inesperada… Son estos simples actos los que elevan el estado de ánimo hasta disfrutar de esa felicidad capaz de hacer olvidar las penas o las decepciones.

Publicado por pkmundo Educación Infantil y mucho más.

Maestro de Educación Infantil desde el año 2002

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